Oligarquía

En los últimos años la palabra oligarquía ha tomado cierto auge en la jerga política debido a que muchos políticos la usan de forma peyorativa o clasista. No obstante, el concepto de oligarquía ha ido variando a lo largo de la historia. Por ello, te presentamos su verdadero significado a continuación.

Definición de oligarquía

Definición etimológica de oligarquía

La etimología de la palabra oligarquía procede del griego ὀλιγαρχία, siendo una palabra compuesta por ὀλίγος, cuyo significado es pocos, y  ἄρχω, que significa comandar o regular.

Por lo tanto, esta palabra podría definirse como el gobierno de pocos, haciendo referencia a una forma de gobierno donde el poder político está en manos de una élite constituida por pocas personas.

Definición de oligarquía según el diccionario de la RAE

El diccionario de la Real Academia Española define la palabra oligarquía de dos maneras:

1. Forma de gobierno en la cual el poder político es ejercido por un grupo minoritario.

2. Grupo reducido de personas que tiene poder e influencia en un determinado sector social, económico y político.

Historia y origen de la oligarquía

El origen de la oligarquía es tan antiguo como la humanidad misma, al menos de facto. Desde que los humanos empezaron a construir los primeros asentamientos, existieron también líderes que impusieron su voluntad por encima de la de los demás. Sin embargo, la oligarquía, como palabra, surgió oficialmente en la antigua Grecia de la mano de sus grandes filósofos.

En el 404 a.C, al final de la guerra del Peloponeso en Grecia, Platón describía al gobierno de los treinta magistrados (hoi Triakonta) como un gobierno oligárquico. Por otro lado, en la Europa de la Edad Media, los aristócratas y nobles constituían las antiguas oligarquías debido a que su gran poder era tanto económico como político y social.

Los órdenes sociales oligárquicos solían ser más comunes en la antigüedad. Estos pueden ocurrir de forma instantánea o de forma progresiva, ya que pueden ser impuestos a través de la fuerza o la imposición socio-moral. No obstante, e independientemente de la forma en la que surja este orden social, la oligarquía siempre será sinónimo de coerción y antónimo de la democracia.

Finalmente, podemos aseverar que las formas de gobierno oligárquicas han estado en conflicto constantemente con órdenes sociales más democráticos. Como habíamos mencionado anteriormente, el gobierno de los treinta magistrados fue un claro ejemplo de ello, debido a que este último se enfrentó a la propuesta democrática de sus detractores en Atenas, Grecia.

Semejanzas y diferencias entre oligarquía, aristocracia y plutocracia 

La aristocracia y la plutocracia constituyen una forma de gobierno oligarca, por lo que, en cierto sentido, su significado está unido bajo el mismo criterio: el dominio de pocos sobre muchos.

En el caso de la aristocracia, esta hace referencia a un gobierno constituido de sabios e intelectuales. Por su parte, la plutocracia implica un gobierno formado por las personas más adineradas.

No obstante, y al igual que en todas las formas de gobierno, estos órdenes sociales poseen una similitud que constituye su más grande debilidad: la subjetividad. Absolutamente todas los órdenes sociales, ya sean oligárquicos o democráticos, constituyen, en sí mismo, una falacia Ad populum, debido a que ni la mayoría ni unos pocos pueden poseer la razón el cien por ciento de las veces.

Referencias:

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